Uno de los clásicos de empezar un año nuevo es hacerlo con una lista de nuevos retos y propósitos a conseguir durante el mismo. Si bien es cierto que éstos suelen hacer referencia al ámbito personal, cada vez más se incluyen en esta lista los objetivos que queremos conseguir en el nuevo año en el terreno profesional.
Al fin y al cabo, el trabajo ocupa gran parte de nuestra vida cotidiana, por lo que es muy importante sentirse a gusto en nuestra empresa y estar alineado con sus objetivos y retos. El crecimiento profesional nos ayuda a sentirnos más realizados y satisfechos con nosotros mismos y con 2019 recién arrancado seguro que muchos ya han comenzado a escribir sus objetivos para este nuevo año como poder ascender, cambiar de departamento, seguir formándose para poder estar preparado para los retos que nos lleguen o adaptarse de la mejor manera a la conciliación laboral, entre otros.
Antes de ponernos a escribir debemos tener en cuenta algunas normas básicas que nos ayuden a conseguir los propósitos que nos marcamos:
- Que sean realistas: es la primera norma a tener en cuenta cuando hacemos estas listas en la que nos exigimos a nosotros mismos lograr resultados. Debemos saber si verdadera y objetivamente son factibles de conseguir, ya que de lo contrario solo encontraremos dificultades y frustración al intentarlos.
- Establecer prioridades: si los retos que acumulamos empiezan a conformar una lista demasiado larga organízalos en función de su importancia o del nivel de necesidad o ganas de conseguirlo que tengas. De esta manera no tendrás muchos “frentes abiertos” como suele decirse y podrás prestar toda la atención y el foco a los más importantes y, una vez conseguidos estos, seguir con el resto de la lista.
- Comprometerse: es uno de los más complicados, ya que implica esfuerzo, perseverancia y paciencia. El año es muy largo y puede que los objetivos se vayan complicando, pero si nos mantenemos firmes en nuestro propósito de lograrlos y somos positivos, seguro que terminaremos por conseguirlo. No obstante, también es importante ser firme y constante pero teniendo en cuenta la viabilidad de nuestro reto, como hemos comentado previamente.
- Saber cambiar la hoja de ruta: los 12 nuevos meses que se presentan ante nosotros pueden llevarnos por caminos inesperados, por lo que es importante saber cambiar los planes y adaptar los retos a esas variaciones. Por ejemplo, si nuestro mayor objetivo es cambiar de departamento en la empresa, pero no surgen vacantes disponibles, debemos saber reorientar ese objetivo. Podemos seguir formándonos por si surge más adelante una oportunidad o intentar crecer en nuestro departamento.
Sin embargo, las listas de propósitos no se reducen solo a los empleados. También las empresas han de establecer sus propias listas de para el año nuevo, más allá de las ventas y la cartera de clientes. Centrarse en los empleados, sin duda, es una apuesta segura, ya que contar con unos propósitos innovadores y disruptivos ayudará a que los colaboradores de las mismas vean reflejados sus objetivos en los de la empresa, mejorando su compromiso con la misma y aumentando sus ganas de unirse al reto común, ya que creen en ellos y quieren conseguir lo mejor para ellos y su compañía.
Por ejemplo, si sus empleados tienen como reto crecer profesionalmente apostando por su formación y su propia empresa tiene como propósito mejorar los planes de aprendizaje para poder crear una plantilla preparada para el futuro, reforzarán la satisfacción de los colaboradores con la empresa y su sentimiento de pertenencia a la misma.
Al fin y al cabo, ¿no son los colaboradores el corazón de la empresa? Así lo creemos firmemente en Cornerstone OnDemand, por lo que reforzar e impulsar su formación siempre es un buen reto a conseguir.
Es muy importante escuchar las necesidades laborales de los empleados para poder valorar y adecuar soluciones a las mismas, como crear o actualizar las políticas de conciliación de las empresas, facilitando métodos para el teletrabajo como poner a disposición de la plantilla herramientas de colaboración que les permitan trabajar desde cualquier sitio y con cualquier dispositivo.
Otro reto a tener en cuenta es hacerles sentir importantes y parte de la empresa. Para ello, pueden ponerse en marcha planes de incentivos que vayan más allá del salario, como horarios flexibles, días libres, regalarles la matrícula en un gimnasio o entradas para alguna de las últimas obras de teatro de la ciudad.
¿Preparados para empezar a crear la lista de propósitos?
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